La Cromoterapia es una técnica que consiste en utilizar los colores para tratar dolencias. 

Los colores poseen diferentes propiedades: calman, excitan y equilibran. Así, con estas características se utilizan como un efectivo método para tratar diferentes patologías.
 La luz monocromática es capaz de producir ciertos cambios en el biosistema humano, especialmente si se aplica en puntos de acupuntura, puntos de aurículoterapia, microsistemas, etc. Sirve para aliviar dolores, soltar contracturas y bloqueos energéticos, fomentar la irrigación sanguínea, estimular el metabolismo y la comunicación celular, activar el flujo linfático, regular la tensión arterial, etc. 

Cada color emite una frecuencia diferente, por lo que tiene un efecto distinto en el cuerpo humano. Además el empleo de los llamados colores complementarios, un color y su “color contrario”, por ejemplo, verde-rojo, en un solo tratamiento ha dado muy buenos resultados. Al parecer, el cambio de color produce un aumento de la actividad celular y la activación de procesos energéticos.